Las intoxicaciones representan el 0,3% de las consultas en los servicios de urgencias1, siendo los fármacos los agentes tóxicos más comúnmente implicados. La vitamina D es el suplemento dietético más utilizado en pediatría2. En marzo de 2019, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios alertó sobre el incremento de casos notificados al Sistema Español de Farmacovigilancia por sobredosificación de preparados con colecalciferol en niños y calcifediol en adultos, atribuida a errores en la prescripción, dispensación o administración del medicamento3.
Realizamos un estudio descriptivo retrospectivo en el servicio de urgencias pediátricas de un hospital de tercer nivel, incluyendo pacientes de 0-16 años atendidos entre enero 2010 y diciembre 2024 por sobreingesta de vitamina D, identificados mediante revisión de historias clínicas. El estudio contó con la aprobación del Comité de Ética e Investigación del centro. Se analizaron datos epidemiológicos, manifestaciones clínicas y manejo en urgencias.
Se incluyeron 42 pacientes (54,8% varones, 45,2% mujeres), cuya mediana de edad fue de 4,8 meses (RIC: 1,2-24). Observamos un incremento de casos en los últimos 5 años, con un pico en 2024, y mayor frecuencia en los pacientes >12 meses (fig. 1). En el 54,8%, la sobreingesta se atribuyó a errores de dosificación de los cuidadores; el resto fueron accidentales. La mayoría de preparados administrados fueron suspensiones (90,3%); el resto, cápsulas. Veinticinco pacientes (59,5%) recibieron una única dosis (mediana: 1.227,7UI/kg; RIC: 300-2.381) y 17 (40,5%) dosis repetidas (dosis acumulada mediana: 7.211,5UI/kg; RIC: 5.142,7–15.151,5; dosis diaria mediana: 505,1UI/kg; RIC: 190,5-952,4). En este grupo, el tiempo hasta la consulta fue de 21 días (RIC: 8-30), y su mediana de edad inferior a los casos de dosis única (2,4 vs. 12 meses; p=0,028). El 95,2% estaban asintomáticos; un paciente presentó dolor abdominal (2,4%) y 2, vómitos (4,8%).
Se realizaron análisis sanguíneos a 31 pacientes (73,8%). El calcio total fue superior al rango de referencia (>10,8mg/dl) en 6 casos (19,3%) y el calcio iónico (>1,29mmol/l) en 20 (64,5%), siendo este último significativamente más elevado en los pacientes con ingestas repetidas. Se determinaron niveles de calcidiol en 16 pacientes, resultando patológicos (>100ng/ml) en 2 casos (12,5%). La PTHi se midió en 7 pacientes (22,5%), con valores disminuidos (<18,5pg/ml) en 2 de ellos (28,5%). Ningún caso presentó elevación de la creatinina plasmática (tabla 1).
Principales hallazgos de laboratorio de los casos de sobreingesta de vitamina D
VN | Total de determinaciones analíticas (N=31) | p-valor | ||
---|---|---|---|---|
Dosis única | Dosis repetidas | |||
pH, n; mediana (RIC) | 7,35-7,45 | n 12; 7,36 (7,35-7,40) | n 13; 7,36 (7,33-7,40) | 0,769 |
Calcio total (mg/dl), n; media (DE) | 9,5-10,8 | n 14; 10,1 (0,6) | n 17; 10,4 (0,6) | 0,080 |
Calcio ionizado (mmol/l), n; media (DE) | 1,15-1,29 | n 12; 1,26 (0,07) | n 15; 1,34 (0,04) | 0,004 |
Fósforo (mg/dl), n; mediana (RIC) | 4-7 | n 13; 5,6 (5,1-6,3) | n 17; 6,2 (6-6,5) | 0,065 |
Calcidiol (ng/ml), n; mediana (RIC) | 30-100 | n 8; 35 (26,5-49) | n 8; 60 (36-85,5) | 0,161 |
Fosfatasa alcalina (IU/l), n; media (DE) | 122-473 | n 3; 249,6 (57,4) | n 7; 289,8 (119,1) | 0,601 |
PTHi (pg/ml), n; media (DE) | 18,5-88,0 | n 3; 22,5 (3,6) | n 4; 18,6 (7,1) | 0,437 |
Creatinina (mg/dl), n; media (DE) | 0,3-0,7 | n 14; 0,2 (0,1) | n 16; 0,2 (0,1) | 0,737 |
DE: desviaciones estándar; n: número de determinaciones; RIC: rango intercuartílico; VN: valores de normalidad;
Se realizaron electrocardiogramas en 16 pacientes, sin hallazgos patológicos. En 20 casos (47,6%) se contactó con el Instituto Nacional de Toxicología (INT). Se administró carbón activado en 6 pacientes (14,3%) y fluidoterapia en 3 (7,1%); uno de estos, un lactante que había ingerido 20.000UI accidentalmente, fue el único hospitalizado. Al alta, se indicó la suspensión del tratamiento con vitamina D en 30 pacientes (71,4%), evitar la exposición solar en 9 (21,4%) y restringir el consumo de lácteos en 5 (11,9%). En 9 casos (21,4%) se solicitó ecografía renal ambulatoria, sin hallazgos de nefrocalcinosis.
La sobreingesta de vitamina D en pediatría es infrecuente, aunque las notificaciones de sobredosis han aumentado en los últimos años4. Este fenómeno puede relacionarse con los cambios en el estilo de vida infantil, como la menor exposición solar, que incrementa el riesgo de deficiencia de vitamina D y raquitismo carencial5. En este contexto, es esperable un aumento de los casos de sobredosificación accidental, especialmente en los niños mayores. En nuestro servicio, las consultas por sobreingesta de vitamina D se duplicaron en 2024 respecto a 2023, con un aumento notable en los >12 meses. Entre los posibles responsables se incluyen la amplia disponibilidad de presentaciones orales, la búsqueda activa de deficiencia en atención primaria y la escasa información pública sobre los límites seguros de ingesta. En los niños mayores, también influirían un mayor número de prescripciones —muchas sin respaldo científico— y la creciente solicitud de niveles de calcidiol en población sana6, pese a no estar recomendada por las guías clínicas.
No existe un consenso claro sobre la dosis tóxica de vitamina D en la población pediátrica5 ni el manejo óptimo en los casos de intoxicación. En casi la mitad de los casos de esta serie se contactó con el INT, cuyas recomendaciones resultaron heterogéneas, especialmente en cuanto al tiempo de suspensión del tratamiento. Aunque la mayoría de los pacientes se encontraban asintomáticos y recibieron manejo conservador, la sobredosis de vitamina D puede causar complicaciones graves, como hipercalcemia o nefrocalcinosis, especialmente en los niños con polimorfismos o mutaciones del gen CYP24A1, más susceptibles incluso a dosis más bajas.
En conclusión, queremos alertar del aumento de errores de dosificación de vitamina D en los niños y la necesidad de establecer protocolos consensuados de manejo.