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Vol. 100. Issue 3.
Pages 222-223 (1 March 2024)
Imágenes en pediatría
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Tengo fibrosis quística: ¿no puedo tocar el agua?
Can I Touch Water if I Have Cystic Fibrosis?
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Ricardo Suárez Camachoa,
Corresponding author
ricardosuarezcamacho@hotmail.com

Autor para correspondencia.
, Nathalie Carreira Sandeb, Nazareth Martinón Torresb, Carlos García Magánc
a Departamento de Pediatría, Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela, España
b Unidad de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela, España
c Unidad de Alergia y Neumología Pediátrica, Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela, España
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Acude a revisión una niña de 4 años afectada de fibrosis quística (FQ, genotipo F508del/G542X en heterocigosis) refiriendo que presenta, al contacto con el agua, lesiones papulosas blanquecinas en las palmas y las plantas, con acentuación muy llamativa de los dermatoglifos (figs. 1 y 2), asociando dolor si pasa mucho tiempo en inmersión, sintomatología que desaparece tras el secado.

Figura 1.

Acentuación de los dermatoglifos aparecidos en el contexto del baño.

Figura 2.

Se aprecia la presencia de lesiones blanquecinas en las palmas de ambas manos al contacto con el agua.

Es remitida a dermatología, donde le diagnostican de queratodermia acuagénica1,2 (QA), y se le indica tratamiento con cremas emolientes2,3, sin alivio sintomático.

A los 6 años se inicia tratamiento de su FQ con ivacaftor-tezacaftor-elexacaftor. Tras 3 meses de tratamiento refieren desaparición completa de la QA (fig. 3).

Figura 3.

Resolución de las lesiones tras el tratamiento con ivacaftor-tezacaftor-elexacaftor.

La QA es una afección cutánea poco conocida, sin embargo su asociación con la FQ está ampliamente descrita2,3, pues se postula que la hipertonicidad del sudor podría conducir a un aumento de la ratio de difusión de agua en la piel palmar a través de las glándulas ecrinas2. El diagnóstico es clínico (pápulas blanquecinas con una depresión puntiforme central que aparecen tras contacto con el agua, pudiendo asociar dolor1), y el manejo terapéutico es sintomático. Aunque es una entidad benigna, puede alterar la calidad de vida del paciente. Por ello, el uso de los nuevos fármacos moduladores de FQ podría ser la respuesta para el tratamiento de la QA.

Bibliografía
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M.A. Pastor, L. González, L. Kilmurray, P. Bautista, A. López, A.M. Puig.
Queratodermia acuagénica: tres nuevos casos y revisión de la literatura.
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[2]
M. Carbonell Pradas, R. Grimalt Santacana.
Aquagenic keratoderma: Treatment update.
Actas Dermosifiliogr [Internet], 113 (2022), pp. 254-260
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S. Laliena Aznar, M.C. Vera Sáez-Benito, M.T. Cenarro Guerrero, C. Martín de Vicente.
No puedo jugar con agua.
Rev Pediatr Aten Primaria, 21 (2019), pp. 261-263
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