El metilfenidato (MTF) es un psicoestimulante que aumenta frecuencia cardiaca (FC) y presión arterial (PA), lo cual a largo plazo podría modificar la geometría del ventrículo izquierdo (VI) y alterar sus propiedades funcionales, principalmente la diastólica.
Material y métodosEstudio prospectivo, longitudinal y comparativo tipo caso-caso en niños y adolescentes sanos diagnosticados de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tratados con MTF durante 3 años. Se valoró pre y postratamiento PAS/PAD, geometría ventricular, función sistólica y diastólica.
ResultadosIncluimos a 112 pacientes, completando 73. El 75,3% varones, entre 4-15 años (9±2,6), con índice de masa corporal de 18,27±3,75 y una dosis media de MTF de 0,9±0,17mg/kg/día. Objetivamos aumento de PAS/PAD de 3,7±9mmHg (p = 0,004) y 2±11,5mmHg, respectivamente. No tuvimos ningún evento cardiovascular grave, cambios estructurales ni variación en los parámetros de función sistólica estudiados. Sin embargo, encontramos un aumento discreto, pero progresivo y significativo del tiempo de relajación isovolumétrica del VI (p = 0,046) y del tiempo de desaceleración (p = 0,016) indicativos de alteración en la relajación. No observamos variación en los parámetros relacionados con la distensibilidad ni con las presiones diastólicas tempranas y ningún paciente cumplió criterios de disfunción diastólica.
ConclusionesEl incremento de PAS/PAD y las alteraciones de la relajación del VI objetivadas podrían ser un indicador precoz de una posible disfunción diastólica y riesgo cardiovascular a largo plazo.
Although methylphenidate (MPH) used for treatment of Attention deficit hyperactivity disorder (ADHD) are considered safe in healthy children and adolescents in the short and medium term, there is a widespread concern about long-term cardiovascular safety.
Material and methodsInterventional, prospective, longitudinal and comparative study with a crossover design to evaluate the cardiovascular impact of the treatment with MPH in healthy children and adolescents diagnosed with ADHD. A protocol for the cardiovascular evaluation was established at a basal point, after the first and the second year of the beginning with treatment based on the monitoring of Blood pressure (BP) and echocardiographic follow-up of the systolic and diastolic functions, and structural cardiac properties.
Results73 patients completed the study, with an average age of 9+/- 2.6 years, 75.3% were male and the majority were thin (64.4%). We found an increase in Systolic and Diastolic BP of 3.7±9mmHg (P).004) and 2±11,5mmHg respectively. There were no severe cardiovascular events. We didn’t find any echocardiographic alterations namely on the structural properties or parameters of systolic function. Regarding diastolic function, a significant increase in the isovolumic relaxation time (IVRT) (P=.046) and deceleration time (P=.016) was observed. However, no significant alterations in the parameters related to distensibility of the LV neither in the early diastolic pressure were found.
ConclusionFurther studies are needed to evaluate the impact of psychostimulants as a modifiable long-term Cardiovascular Risk Factor.
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es el trastorno del neurodesarrollo más frecuente en la infancia con una prevalencia que oscila entre el 5 y el 8% según las características socioculturales de la población analizada, las fuentes de información consultadas o los criterios diagnósticos utilizados1-3.
En la última década, hemos experimentado un importante incremento de la prescripción de psicoestimulantes en países occidentales4-6 y se prevé que el porcentaje de pacientes potencialmente expuestos sea cada vez mayor, debido a su extensión a otras indicaciones7,8 y al incremento en usos ilícitos como mejorar el rendimiento cognitivo en personas sanas («píldoras inteligentes»)9.
Aunque la evidencia clínica apoya la idea de que el riesgo cardiovascular a corto y medio plazo en niños, adolescentes y adultos sanos es bajo10,11, tras una publicación en 200612 acerca del posible riesgo de eventos cardiovasculares graves (infartos de miocardio, muerte súbita, etc.), aunque no demostrado, existe una preocupación generalizada sobre su seguridad cardiovascular a largo plazo13-16.
Se ha descrito un aumento de la frecuencia cardiaca (FC) y presión arterial (PA) entre 5-10 latidos por minuto y 4-5mmHg de media, respectivamente16,17, existiendo un subconjunto de niños y adolescentes (alrededor del 5-15%) que pueden experimentar incrementos mayores, o incluso referir algún tipo de queja durante el tratamiento17. Aunque algunos autores consideran estos efectos cardiovasculares irrelevantes, debemos tener en cuenta que pequeños aumentos de la PA pueden modificar progresivamente la geometría del ventrículo izquierdo (VI) y alterar sus propiedades funcionales. En este contexto, la disfunción diastólica ha sido el tipo de daño cardiaco más frecuentemente documentado18.
Teniendo en cuenta que desconocemos si existe una relación entre la dosis o el tiempo de exposición a psicoestimulantes con la aparición efectos adversos cardiovasculares, y que el metilfenidato (MTF) y la lisdexanfetamina (LDX) son agentes simpaticomiméticos cuya influencia sobre la FC y la PA es una característica intrínseca a su actividad farmacológica, creemos que su seguridad cardiovascular no está bien establecida.
Los objetivos del estudio fueron:
- 1.
Valorar si la influencia de los psicoestimulantes sobre el tono simpático y la poscarga repercuten a medio plazo sobre las propiedades funcionales (sistólicas o diastólicas) o estructurales del VI.
- 2.
Valorar la utilidad de la exploración ecocardiográfica seriada para este propósito en niños y adolescentes sanos con TDAH, tratados con psicoestimulantes.
- 3.
Determinar la necesidad de protocolizar un seguimiento cardiovascular a medio plazo en este grupo de pacientes.
Estudio de intervención prospectivo, longitudinal y comparativo tipo case-crossover para evaluar la repercusión cardiovascular del tratamiento con psicoestimulantes (MTF o LDX) a dosis terapéuticas habituales en la práctica clínica (0,8-1,5mg/kg/día), en niños y adolescentes diagnosticados de TDAH según los criterios del Manual de diagnóstico y estadística de los trastornos mentales en su versión iv revisada y v (DEM-IV-TR y DSM-V) y tratados por primera vez («pacientes naïve»), en la consulta de Neuropediatría de un Hospital de nivel ii situado al sur de la Comunidad de Madrid (España).
La inclusión de pacientes