Neonato nacido a término mediante cesárea electiva cuyos antecedentes prenatales y perinatales eran anodinos, con excepción de la colonización materna por estreptococo del grupo B, manejada con profilaxis antibiótica intraparto. Al tercer día de vida se observaron múltiples lesiones milimétricas papulovesiculosas blanquecinas en la mucosa oral del labio inferior (fig. 1). El resto de la exploración fue normal. El paciente recibió un diagnóstico clínico de hiperplasia sebácea intraoral. Tres días después se constató la regresión espontánea de las lesiones.
La hiperplasia de glándulas sebáceas es un hallazgo común en neonatos. No obstante, la presentación intraoral, conocida como gránulos de Fordyce, es infrecuente, con una incidencia estimada del 1%1. Es una entidad benigna caracterizada por la presencia de glándulas sebáceas ectópicas que podría resultar de la estimulación androgénica materna en el último mes del embarazo, y está asociada a la madurez del neonato1,2. El diagnóstico es clínico y se basa en la identificación de lesiones papulovesiculosas blancas o amarillentas de pequeño tamaño que pueden confluir2. Es esencial diferenciarla de entidades patológicas, como la infección por el virus del herpes simple, que raramente se limita a la mucosa oral y suele cursar con afección sistémica y lesiones ulcerosas2,3. La enfermedad es autolimitante y se suele resolver espontáneamente2. Su identificación temprana es importante para evitar la realización de procedimientos innecesarios y tranquilizar a los padres1.