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Vol. 78. Núm. 1.
Páginas 62-63 (Enero 2013)
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Complicaciones gastrointestinales graves tras la ingesta de un juguete magnético
Serious gastrointestinal complications after ingestion of a magnetic toy
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P. Flores Pérez
Autor para correspondencia
pfloresperez@gmail.com

Autor para correspondencia.
, A.L. Luis Huertas, E. Villalobos Pinto, M.A. Pérez Martín, H. Souto Romero, L. de Mingo Micena
Unidad de Pediatría, Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, Madrid, España
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Sr. Editor:

La ingesta de cuerpos extraños no alimentarios, inadvertida o intencionalmente, es una situación habitual en las consultas de pediatría. Exceptuando los objetos grandes o afilados, la gran mayoría progresarán espontáneamente a través del tubo digestivo sin consecuencias1. Sin embargo, la ingesta múltiple de imanes representa una circunstancia única que lleva inherentes riesgos que los médicos deben reconocer y su manejo debe ser cuidadoso. Presentamos un caso de obstrucción intestinal y vólvulo después de la toma inadvertida de una pulsera de imanes.

Niña de 2 años y 10 meses de edad traída a Urgencias por vómitos alimentarios incoercibles de 2 días de evolución, estreñimiento y dolor abdominal continuo en el hemiabdomen derecho. Los padres no conocían la ingesta de ningún cuerpo extraño. En la exploración se encuentra afebril, decaída, con regular estado general y signos clínicos de deshidratación. El abdomen está distendido y timpánico, doloroso a la palpación profunda difusa, sin signos de peritonismo y ruidos hidroaéreos disminuidos. En la radiografía de abdomen (fig. 1) se confirman los signos de obstrucción abdominal y la presencia de un objeto radioopaco «en forma de cuentas» a nivel del yeyuno. Tras interconsulta al Servicio de Cirugía, se decide intervención urgente. Durante la cirugía se confirma la existencia de una pulsera de imanes, dividida en 2 porciones, que ha provocado la adhesión entre 2 asas del intestino delgado y la formación de un vólvulo intestinal, con la consecuente obstrucción mecánica (fig. 2). Tras la resección de 2 segmentos intestinales adheridos de 5cm de longitud y la extracción del objeto magnético, se realizó una anastomosis término-terminal yeyunal e ileal a 130cm y 60cm de la válvula ileocecal, respectivamente. Respecto a los factores que pueden contribuir al retraso en el diagnóstico, hay que destacar 2 aspectos. En primer lugar, es habitual que los padres desconozcan el antecedente de cualquier ingesta de cuerpo extraño, unido a la actitud reticente de los niños a admitirla. Por otro lado, a pesar de las graves complicaciones intestinales, los pacientes pueden presentarse con escasos síntomas no específicos y relativamente pocos hallazgos físicos y de laboratorio.

Figura 1.

Radiografía simple de abdomen. Cuerpo extraño metálico en el intestino delgado con distensión de asas proximal y ausencia de aireación distal.

(0,1MB).
Figura 2.

Extracción de imanes tras la enterotomía. Se visualiza una importante dilatación de asas de intestino delgado proximales y adhesión de 2 segmentos con el cuerpo extraño en su interior.

(0,14MB).

La ingestión múltiple de imanes se está convirtiendo en un problema habitual debido a la popularidad de los «juguetes magnéticos» formados por imanes sueltos o desmontables que, por su forma y tamaño, pueden ser tragados por los niños2. Normalmente, son pequeños y romos y no cumplen los criterios de alto riesgo de perforación3; sin embargo, si se dividen en grupos y se localizan en diferentes segmentos del tracto gastrointestinal pueden atraerse entre sí y atrapar tejido de la pared intestinal entre sus superficies opuestas, produciendo graves complicaciones digestivas como fístulas, vólvulos y cuadros obstructivos4. En nuestro caso, la atracción magnética entre las cuentas de imán, junto con la fuerza peristáltica gastroduodenal, llevó a obstrucción mecánica por adhesión entre las asas intestinales, inicio de necrosis por presión local y formación de un vólvulo.

Desde 2006, año en que se registró un accidente mortal en los Estados Unidos, se han notificado en todo el mundo varios casos de ingestión de objetos magnéticos entre la población pediátrica con necesidad de tratamiento quirúrgico5–7. Esto motivó que varios fabricantes anunciaran la retirada voluntaria del mercado de sus juegos de construcción magnéticos y que, en el año 2008, se aprobara por la Directiva General sobre Seguridad de los Productos (DGSP) de la Unión Europea que todos los juguetes que contengan imanes deben llevar una etiqueta de advertencia obligatoria expuesta en el embalaje. En ella se precisarán, de forma clara y legible para los padres, los riesgos potencialmente graves, asegurándose así una mayor vigilancia.

En resumen, la ingesta de múltiples imanes, o de un imán y un componente de metal, supone un auténtico peligro para la salud, aunque muchos padres y cuidadores lo desconocen y tardan en acudir a un centro de salud. Los síntomas y signos iniciales suelen ser inespecíficos, llevando a un retraso en el diagnóstico y a un daño mayor8. El principal objetivo es la prevención a través de la educación entre los médicos y la población general. Deberían mantener fuera del alcance de los niños los juguetes y artículos del hogar magnéticos, y estar advertidos de los riesgos. Por otro lado, los fabricantes deberían tomar precauciones para anillar los imanes en su posición prevista o encapsularlos dentro de piezas grandes de plástico y minimizar así el riesgo de ingesta9, no deberían utilizar nunca imanes para emular pendientes para la lengua o el labio10 y, según normativa de la UE, deberían utilizar etiquetas de aviso en todos los embalajes.

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